Marketing Science y la IA. Del marketing a la ciencia, de la mano de la Inteligencia artificial. Un paso más, una opción nueva para conocer y conectar con la audiencia. Más precisión y efectividad. Un nuevo, hito, en lo que a ciencia y aplicaciones se refiere.
Y es que el Big Data generado por el Marketing Science puede ser manejados con IA. Que recopilará y analizará la información obtenida del no consciente. Sacada de la medición de la respuesta electrodérmica o el reconocimiento facial, entre otras técnicas. Para el estudio de las emociones y el nivel de atención. Identificando los elementos más efectivos para el posterior diseño de campaña.
I
La IA tiene la capacidad de personalizar la experiencia del usuario. Con los medios necesarios, lo hará en tiempo real, además. Adoptará los contenidos más impactantes y los emitirá. Junto con recomendaciones relevantes o mensajes promocionales. Siempre adaptados al público, al individuo.
De esta manera, la experiencia será aún más personalizada. Con mayor relevancia. En términos neurocientíficos, potenciará la conexión emocional con el consumidor. Siendo posible, vaticinar el futuro. La IA trabaja con históricos y patrones. A los que suma la experiencia de la neurociencia aplicada. Podría automatizar tareas, como la selección de los canales.
Así las cosas, las firmas tienen a su alcance el uso de algoritmos de aprendizaje automático. Con los que ofrecer servicios personalizados. Y e nuevas tecnologías, como la Realidad Virtual (VR, por sus siglas en inglés). O la Aumentada (RA). Siendo posible ver los productos desde casa. Más información a priori. Y desde el hogar. Su implementación es cara, pero se trataría de una nueva manera de comprar.
A
La IA ha revolucionado numerosos campos. Prediciendo y personalizando. En tiempo real, lo que aporta un valor añadido. Estudia y aprende. Bebe de los históricos para construir un futuro. En nuevas tendencias. Analiza, incluso, los comentarios y menciones, entresacando emociones.

Marketing Sciencie e Inteligencia Artificial
Marketing Science e IA. A su alrededor también más investigación (artículo). Con resultados que sugieren que su empleo genera actitudes más positivas. Al potenciar el mensaje transmitido. Un gran ROI para la marca. Pues no depende de entornos controlados. Recapitula información de manera constante. Y esto favorece la actualización del perfil del usuario. Basado en sus manifestaciones, búsquedas, inquietudes, preguntas…
Y es aquí donde residfe el verdadero valor de la IA. En su capacidad para trabajar con datos. En estar siempre «despierta» para enriquecer su conocimiento. Con cada interacción, cada búsqueda. Se adapta. Y, con el tiempo, podrá ofrecer recomendaciones con un grado de acierto muy elevado. Motivo por el cual se recomienda un uso responsable, ético. Que asegure el respeto por la privacidad del consumidor.
CONCLUSIONES
En definitiva, que podrían parece rivales, la IA y el Marketing Science. Sin embargo, al complementarse, dan una visión más amplia del consumidor. Medir, por un lado y predecir, por el otro. Con datos más detallados y visión profunda y emocional. Más un análisis masivo y en tiempo real. Con información procedente de bases de datos.
Juntas, posibilitan una innovación para las marcas. Que negociarán acciones para conectar con consumidores de una manera más emocional. Y cognitivo. Haciendo que la inversión en marketing sea más eficiente. Con menos inversión. Y un mejor retorno más beneficioso y rentable. Pero con las pertinentes obligaciones morales que implican una visión tan global del consumidor. Y las acciones que se pueden hacer entorno a ella.
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