Cinco razones para aplicar Marketing Science en la música. O seis. O siete. Tantas como necesidades tengan los artistas, compositores, productores… La pieza musical debe llegar al escuchante. Y debe hacerlo según el objetivo con el que vio la luz. O se recurrió a ella. Cine, publicidad, música comercial, radio, podcast…

Es posible dar un nuevo enfoque a un argumento, según la canción escogida. Además, cada consumidor aporta su versión de cómo ha sentido las notas. Y lo ideal es que coincida con la intención del emisor del contenido. Si bien es cierto que hay “errores” que han derivado en mitos musicales.

Así las cosas, con un tema tan relevante para tantos sectores, es importante analizarlo. Y hacerlo desde una perspectiva que va más allá de la artística. Desde la científica. Apoyada en el razonamiento, la observación y el análisis. Saber qué siente, piensa y cómo el público al que se dirige.

De esta manera, cinco razones para aplicar Marketing Science en la música representan un primer paso de ese camino. El que tiene como meta conocer mejor al receptor. Trabajando, así, con información relevante. Puntos de partida:

  • Las reacciones no conscientes de los oyentes se analizarán desde el impacto. Que a su vez se divide en niveles de atención y emoción. La mayoría de las decisiones se toman desde la parte emocional. ¿Sabes cuanto conecta tu obra con el público al que se dirige?
  • Asimismo, la música es un activador fisiológico natural. Ayuda a vender, por así decirlo. Acertar con las notas se traducirá en números negros.
  • La memoria. En un marco de mercado sobre estimulado el recuerdo es básico. Apunta a la memoria sensorial. Hay que apelar a ella para que el recuerdo sea duradero. Y lo que dura ya se diferencia del resto. Es por ello que recurrir a estrategias de neurociencia parece más que pertinente.

CINCO RAZONES

Asi las cosas, a continuación cinco razones para aplicar Marketing Science en la música:

  1. Elemento diferenciador. No todas las marcar, por ejemplo, recurren a la música. Sin embargo, la novedad ayuda a recordar. Rompe la monotonía y favorece ese recuerdo. Una melodía característica termina siendo un elemento reconocible de un emblema. Coca Cola sabe de este tema.
  2. Memoria sensorial. Lo que impacta se recuerda. Pero ¿sabes qué impacta entre tu audiencia o público objetivo? La ciencia está para ayudar. Conocer lo que se manifiesta. Y, sobre todo, lo que se siente. Estrellas como Manuel Carrasco han querido “tocar el corazón de la gente” de otra manera.
  3. Emociones positivas. La música es un puente a las emociones. Hay estudios que revelan que las reacciones ante la música son muy parecidas. Sin embargo, puede no ser el objetivo de lo que apoyan. Y una mala elección puede resultar fatal, si la intención es otra. Por ejemplo, en publicidad.
  4. ¡A comprar! Motiva el cuerpo. Hay predisposición a la acción. Un buena estrategia guiará al cerebro a escoger una marca frente a otras.
  5. La unión melodía-producto. El tándem que representa el condicionamiento clásico. O la preferencia por lo ya conocido. Producto-melodía terminará siendo melodía-producto. ¿Piensan en Mercadona, verdad?

Conclusión

La música es un elemento fundamental. Social, cultural, comercial, etcétera. Es un valor en la construcción del comportamiento y la educación. Y, de forma adecuada, un elemento diferenciador en el marco del mercado. Un lugar en que conviven miles y miles de emblemas compitiendo por un lugar entre los consumidores.

Esta figura nada entre opciones, entre la razón y la emoción. Entre el impulso y la reflexión. Por ello, conviene conocer cómo lo hace y ante qué estímulos responde mejor, con el objetivo de obtener datos. Información que ayude a ser eficientes y eficaces, en términos de marketing, comunicación, distribución, impacto…

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