Artes escénicas. Experiencia humana auténtica. Punto de encuentro entre el artista y el público. Emociones desnudas. Talento, emoción y contemplación al mismo tiempo. Danza, teatro, ópera…. Formas de expresión de la humanidad a lo largo de la historia. Agente cultural, testigo del tiempo, imperturbable durante años a la tecnología.
Porque mantenerse irreductible al avance tecnológico es una labor hercúlea. Y con él, modificaciones en los hábitos de consumo cultural, nuevos competidores, la economía y los nuevos perfiles.
Sin embargo, en el mundo contemporáneo, estas disciplinas se enfrentan a desafíos sin precedentes: cambios en los hábitos de consumo cultural, competencia feroz por la atención, presión económica, avances tecnológicos y la necesidad de conectar con públicos cada vez más diversos.
ESCENA
Por ello, en este mundo de inspiración, la aplicación del marketing científico se justifica por las siguientes circunstancias:
- El espectador consume información y entretenimiento de distinta manera. Redes sociales, streaming, podcast, inmersión… Hay que adaptarse, captar y retener.
- La oferta cultural es muy grande. Se necesita una estrategia de comunicación para destacar.
- El dinero. Un espectáculo en vivo tiene un presupuesto muy alto.
- Los nuevos gustos, costumbres, procesos de compra rápidos y claros.
Dicho esto, entre los principales beneficios del Marketing Science destaca el conocimiento del target. De una manera más profunda, más allá de lo tradicional. Es posible segmentar teniendo en cuenta compras de ultima hora; sensibilidad al precio; fidelidad al autor, reparto, escenario; temáticas o formatos, etcétera.
Incluso, se puede estudiar el Customer journey, mejorando la experiencia en cada ‘Momento de la verdad’. De tal manera, que si se une la predicción, sería posible prever la demanda, reducir el abandono en la compra, personalizar la oferta… Todo ello, sin afectar a la percepción del valor de la obra.
Asimismo, el precio de las entradas es un factor crítico. Subir el billete sin análisis puede alejar a segmentos importantes; mantenerlos bajos sin estrategia puede comprometer la sostenibilidad financiera. Los datos ayudarán con la elasticidad, diferenciación y trabajar con incentivos (precios dinámicos). Objetivo: ninguna butaca vacía (salvo por maldiciones, claro está).
ARTE Y CIENCIA
En el plano creativo es donde surge la controversia. Ciencia vs creatividad. Sin embargo, crear un “personaje” con ambos registros permite programar una red de seguridad. Géneros por segmentos, horarios, según tipo de obra, temáticas más recomendadas…
Así las cosas, el objetivo es equilibrar, no de sustituir. Combinar con datos en la mano. Arriesgarse, sabiendo qué impacta más y mejor. Y diseñar estrategias de marketing, según el respetable: joven familias, parejas….Apoyadas en labores de comunicación, el estudio de las conversiones, canales o mensajes necesarios para maximizar el impacto.
Entonces, se trata de construir una comunidad a través de la mejor experiencia del espectador. Retener, recomendar u ofertar-personalizar ahondando en la usabilidad, accesibilidad, transparencia en el pago, en los servicios satelitales y en el seguimiento de la satisfacción. Todo siempre susceptible de ser mejorado.
Con todo y con ello, los profesionales dedicados a las artes escénicas podrían acceder a subvenciones de mejor manera. Con resultados tangibles. Datos sobre audiencia, gestión presupuestaria, sostenibilidad y desarrollo de un ecosistema cultural. La evidencia permite justificar mecenazgos, patrocinios o ayudas públicas.
Entonces, la implantación de marketing científico fortalece el aspecto económico, social, cultural y artístico. Así, haría de las artes escénicas un sector sostenible, equilibrado y responsable con su entorno. Un poco más de lo que ya es.
CONCLUSIÓN
Para entender al público, tomar decisiones estratégicas o fortalecer esa sostenibilidad. Bondades de aplicar Marketing Science en las artes escénicas. Arrojando algo de luz en un entorno complejo, muy competitivo. Pudiendo mejorar la experiencia del espectador. Y potenciar la innovación artística.
En definitiva, representa una mejora. Y, sobre todo, que no afecta a la creatividad. La evidencia favorecería una estrategia más inteligente. Incluso, se podría plantear como una necesidad para llegar más y mejor a los clientes, presentes y futuro. Con más certeza que la realizada hasta la fecha. ¡Mucha mierda!
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